«Ven y sígueme»
La vocación a ser Hermano de la Salle es:
- Un misterio de amor entre un Dios que llama por amor y un hombre que le responde libremente y por amor.
- Una llamada a ser puente entre Dios y los hombres.
- Una llamada a seguir en el mundo, para salvarlo, pero sin ser del mundo.
- La decisión de un joven que quiere dedicar su vida a ayudar a sus hermanos por medio de la educación cristiana y hacer este mundo más como Dios lo pensó.
Hay muchas maneras como Dios puede llamar a un joven a la vida religiosa. Aquí tienes algunos de los «síntomas» más frecuentes:
- Quieres hacer algo grande en tu vida.
- Sientes que Dios espera algo más de ti.
- Te preocupa el dolor de los hombres.
- La vida de un joven «normal» te gusta pero sientes que falta algo.
SIGNOS DE VOCACIÓN PARA HERMANO
- Gusto por compartir lo tuyo.
- Constancia en lo que emprendes.
- Capacidad de vivir en comunidad.
- Ser servicial.
- Encontrar la felicidad en valores distintos al placer, dinero y poder.
- Realizarte como apóstol de Cristo en el campo de la educación cristiana.
- Gusto por las cosas de Dios.
- Disponibilidad de ser enviado(a) a donde te necesiten.
- Generosidad para hacer las renuncias requeridas.
- Disposición para prepararte y estudiar.