65a EDICIÓN DEL AUTO DE LOS REYES MAGOS
Cinco de enero 2020, veinte horas. En los jardines del Colegio Nuestra Señora del Rosario, la Magna Cabalgata de Reyes 2020 inició su tradicional recorrido. La Estrella de Belén la condujo por las principales calles de la Villa. Una tras otra, paso a paso, tres augustas figuras lo llenaron todo de solemnidad y elegancia. Son los Reyes de Arabia, Persia y Saba buscan al Mesías para presentar sus respetos y halagarlo con sus dones.
Primera Escena, la Anunciación. Parque los Moros.
Una aldea hebrea. El Arcángel Gabriel se aparece a María y le anuncia que es la elegida para encarnar al Mesías. No lejos de allí unos pastores recibieron la visita de un ángel que les anunciaba la buena nueva.
Segunda escena, encuentro con los pastores. Calle Juan Alvarado y Saz.
La comitiva real llega al Parque de los Moros. Se acerca al grupo de pastores para preguntar por el lugar donde Jesús nació. Terminada la conversación, las hebreas y los pastores se suman al cortejo real y todos juntos se dirigen al Palacio de Herodes.
Tercera escena, visita al Palacio de Herodes. El Ejido.
Melchor, Gaspar y Baltasar llegan al Palacio de Herodes. Sacerdotes, escribas, profetas y cortesanos los reciben y se interesan por el motivo de su presencia. Advertido Herodes de la visita real comparece y desde las almenas de su castillo pregunta a los visitantes por el motivo de su venida. Enterado de los testimonios sobre el nacimiento del Dios Niño que recoge el Antiguo Testamento, despide a los forasteros a los que les pide que, a su vuelta, le indiquen el lugar exacto del nacimiento para que él también pueda ir a adorarlo. A partir de esta escena, la comitiva real se incrementa con la presencia de la Centuria Romana, el Escuadrón de Caballería, la Agrupación Musical de la Asociación y un nutrido grupo de romanas que completan el séquito.
Cuarta escena, aparición del Ángel. Esquina Carretera
En la confluencia de las calles Alvarado y Saz y Fernando González un ángel se aparece a los magos para indicarles el camino hasta el “portal”.
Quinta escena, nacimiento. Plaza Nuestra Señora del Rosario.
La comitiva llega hasta el “establo” donde, con la única compañía de un buey y una mula, se aloja la Sagrada Familia. Hebreas y pastores ofrecen sus regalos al recién nacido. A continuación los “magos” lo agasajan con oro, porque es Rey, con incienso, porque es Dios y con mirra, porque es Hombre.
El Alcalde entrega a los Reyes la llave mágica que abre las puertas de todas las casas de Agüimes. Estos, acompañados de su amplia comitiva, la recogen y comienzan su recorrido casa a casa. Por fin, allá en mitad de la madrugada, una vez terminado su trabajo, toman el camino de vuelta a sus países con la promesa de regresar el próximo año. Son precavidos y, siguiendo las indicaciones del ángel que se les apareció, evitan las cercanías del Palacio de Herodes.
No obstante, antes de partir, allá en la profunda madrugada, recorrerieron las calles de Agüimes para saciar fantasías…, para colmar anhelos.